Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
Para valorar la cicatrización y la recuperación tras una mamoplastia de reducción se pautan una serie de visitas ambulatorias con el cirujano plástico. En la primera cita, pasados unos de días de la intervención, se puede retirar los vendajes y se revisa las incisiones y los drenajes (en caso de haberlos). Posteriormente, se pueden retirar los puntos de sutura.
Aproximadamente a las tres semanas, las pacientes suelen sentirse más cómodas, suelen haber retomado las actividades diarias, aunque evitando actividades físicas intensas y sin levantar objetos pesados. En la revisión del mes después de la intervención, se puede ver un gran avance en la cicatrización de las incisiones. Lo esperable es que tenga un color más similar al del resto de la piel y sea lisa, con un grosor uniforme en toda su longitud.
Si todo sigue su curso, en el seguimiento posterior se valorará el volver a las actividades normales, incluyendo la vida laboral y las actividades físicas de antes de la intervención.
El seguimiento postoperatorio por parte del cirujano plástico es muy importante. Como en toda intervención, siempre puede haber complicaciones que, con una detección precoz y ajustes en el cuidado postoperatorio, pueden solventarse para así no comprometer el resultado final. La tranquilidad de las pacientes también tiene que ser una prioridad. Las visitas de seguimiento permiten resolver las inquietudes o dudas que surgen durante el proceso de recuperación.
En el siguiente enlace encontrará más información sobre Reducir el pecho grande y recolocando el caído.