Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
En general, la recuperación completa después de una mamoplastia de reducción puede durar varias semanas, dependiendo de las características individuales de cada paciente y de la complejidad del procedimiento. En la mayoría de los casos tras mínimo una noche en el hospital la paciente podrá volver a su casa donde deberá seguir una serie de recomendaciones para garantizar una buena recuperación y un proceso de cicatrización adecuado.
Tras la cirugía se colocan vendajes compresivos y se recomienda el uso de sostén postoperatorio durante varias semanas para ayudar a reducir la hinchazón y mantener el pecho sujeto y en su lugar.
En los primeros días después de la cirugía, se puede experimentar hinchazón, moretones y dolor en los senos, pero esto puede ser controlado con medicación analgésica. Se recomienda evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas después de la cirugía y no se podrán reiniciar hasta que su cirujano se lo indique.
Durante, al menos, las 6 semanas siguientes se recomienda evitar levantar objetos pesados y no realizar actividades físicas extenuantes.
Es importante que las pacientes asistan a todas las citas de seguimiento programadas con su cirujano plástico para asegurarse de que la recuperación sea adecuada y se eviten complicaciones. Durante estas citas, el cirujano plástico puede evaluar la cicatrización y hacer recomendaciones para el cuidado posterior, así como responder a cualquier pregunta o inquietud.
Si bien es cierto que las cicatrices tras una reducción de pecho pueden ser importantes, las pacientes se sienten muy aliviadas y liberadas. Además del beneficio estético que supone tener un pecho más acorde con su cuerpo, resuelve el dolor de espalda asociado al volumen del pecho, desaparecen las irritaciones del pliegue cutáneo y desaparecen las molestias al hacer deporte, entre otros beneficios.