La recuperación de una blefaroplastia suele ser rápida y poco molesta, aunque requiere seguir algunas recomendaciones para asegurar una buena cicatrización y resultados óptimos.

Durante los primeros días tras la intervención, es normal experimentar cierta inflamación, pequeños hematomas y una leve sensación de tirantez en la zona de los párpados. Estos síntomas suelen mejorar considerablemente en la primera semana.

Generalmente, los puntos de sutura se retiran entre cinco y siete días después de la cirugía. Desde ese momento, ya se pueden retomar actividades suaves, aunque se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos y exposición directa al sol en la zona intervenida durante al menos un par de semanas más.

La mayoría de los pacientes vuelve a su rutina habitual en torno a los 7-10 días, dependiendo de cómo evolucione su caso.

Es importante mantener la cabeza elevada al dormir los primeros días y aplicar frío local para reducir la inflamación. Además, el uso de gafas de sol y protección solar será fundamental durante las primeras semanas para proteger la piel delicada del contorno de los ojos.

Aunque los resultados empiezan a notarse desde las primeras semanas, es a partir del primer mes cuando se aprecian con mayor claridad, y la cicatrización completa puede prolongarse varios meses. Seguir las indicaciones del cirujano es clave para una recuperación segura y unos resultados naturales y duraderos.

Recuperación blefaroplastia