Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
Los expansores de mama son una opción frecuente para la reconstrucción mamaria tras una mastectomía. Aunque esta técnica suele ser efectiva, no está exenta de complicaciones como todo procedimiento quirúrgico.
Puede ocasionar dolor e incomodidad en el proceso de expansión del tejido mamario por la presión en la mama y la zona circundante. El dolor puede ser un síntoma de otra complicación, como una infección. Si el dispositivo se infecta, puede causar dolor, enrojecimiento, hinchazón y fiebre. Se debe tratar con antibióticos y suelen requerir la retirada quirúrgica del expansor para prevenir la propagación de la infección.
Otra complicación puede ser la rotura del dispositivo. Aunque es poco común, puede ocurrir si el expansor se llena demasiado o si se produce un daño en la válvula del dispositivo. Si esto ocurre, se puede filtrar líquido del expansor y provocar una deformidad en la mama reconstruida. Suele requerir la eliminación del expansor.
Los expansores de mama también pueden provocar una deformidad en la mama si el dispositivo se coloca incorrectamente o si hay una asimetría en el proceso de expansión. Esto puede afectar negativamente el resultado estético de la reconstrucción mamaria y puede requerir una corrección quirúrgica adicional.
La extrusión del dispositivo es otra complicación rara pero posible con el uso de los expansores de mama. Esto ocurre cuando el dispositivo se sale de la mama a través de la piel o el tejido circundante. Si esto ocurre, el expansor tendrá que ser retirado quirúrgicamente y se requerirá una reparación adicional.
Es importante tener en cuenta que estas complicaciones son raras y que en la mayoría de los casos no surgen problemas graves con los expansores de mama. La mayoría de los efectos secundarios y las complicaciones son leves y pueden tratarse con éxito.