Preguntas Frecuentes Cirugía Estética

¿Cuándo es necesario el recambio de la prótesis de mama?

Es habitual que las pacientes pregunten por la duración de las prótesis de mama y cuándo es necesario cambiarlas. Aunque algunos fabricantes pueden sugerir una larga duración, la realidad es que aún no disponemos de suficiente evidencia a largo plazo para garantizarlo definitivamente. No obstante, ya no es necesario reemplazar los implantes automáticamente cada 15 años como se creía anteriormente; es decir, los implantes no «caducan» de manera predeterminada.

Todo material ajeno al cuerpo puede necesitar ser reemplazado. En el caso de las prótesis mamarias, alrededor del 50% de las pacientes necesitarán un recambio o cirugía entre los primeros 10-20 años tras la implantación inicial. Las causas suelen ser por deterioro, encapsulamiento, deformación o pérdida de asimetría.

 

Rotura del implante

 Con el tiempo, los implantes pueden deteriorarse y romperse. La rotura puede ser evidente si se experimentan cambios en la forma o sensación del seno, o puede ser una rotura silente detectada sólo a través de pruebas de imagen, como la resonancia magnética.

 

Encapsulamiento

 Este es uno de los problemas más comunes y ocurre cuando el tejido alrededor del implante forma una cápsula fibrosa y gruesa, lo que puede causar dolor y deformidad. Este fenómeno puede requerir no sólo el recambio del implante, sino también la extracción de la cápsula periprotésica.

 

Cambios en el otro pecho

 A veces, el seno sin implante puede cambiar debido al envejecimiento, la pérdida o ganancia de peso, o cambios hormonales, lo que puede llevar a una asimetría significativa con el seno implantado.

 

Preferencia personal o recomendación médica

Algunas pacientes optan por cambiar sus implantes por razones estéticas, como cambiar el tamaño o el tipo de implante, o por recomendación médica debido a complicaciones específicas.

Es importante realizar controles regulares y estar atenta a los cambios. Después del primer año, se recomienda realizar evaluaciones anuales y durante los primeros cinco años en adelante, si no se presentan síntomas, cada 2 o 3 años.