Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
La cirugía reconstructiva de cicatrices engloba diferentes procedimientos correctores. El más sencillo de ellos es la escisión simple que consiste en rehacer la cicatriz. En otras palabras, los bordes de la herida se volverán suturaran con extremo cuidado tras resecar la cicatriz. Si se trata de casos más complicados, se puede modificar su dirección (zeta-plastia) o recurrir a injertos o una expansión cutánea. Por otra parte, tanto si el objetivo es extirpar o rehacer una cicatriz, es posible combinar el tratamiento quirúrgico con técnicas sinérgicas como la terapia de Inducción colágena, el láser o la micropigmentación.
El cirujano analizará previamente si puede tratarse de una cicatriz patológica (hiperfrófica, queloide), además de posibles engrosamientos y depresiones de la piel. Ante una alteración funcional por un defecto cicatricial se suele actuar precozmente sobre la cicatriz. Si lo que se pretende es sólo mejorar una cicatriz estéticamente, siempre es recomendable esperar a que esta finalice su ciclo de maduración. La duración del proceso de maduración de una cicatriz depende de cada paciente, pero nunca dura menos de seis meses.
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