La estética facial y el rejuvenecimiento se han desarrollado rápidamente debido a cambios en los productos, procedimientos y datos demográficos de los pacientes. Actualmente se adaptan éstos tratamientos a cada paciente, tratando múltiples áreas faciales y/o corporales.
Cuando estas técnicas son combinadas, los resultados son superiores al empleo de terapias individuales. Las terapias posibles de combinar son: tratamiento antiarrugas, agentes de rellenos, peelings químicos, luz pulsada intensa, láser ablativo y no ablativo.
El deseo actual de los pacientes de lograr rejuvenecimiento con mínimos riesgos y con rápida recuperación ha aumentado el desarrollo de técnicas no invasivas de rejuvenecimiento. Recientemente, una variedad de sistemas de Láser Fraccionales (ResurFX®), permiten un remodelamiento dérmico selectivo sin fisurar la superficie epidérmica e incrementando así la eficacia del tratamiento.
Se reconocen dos tipos de rejuvenecimiento “resurfacing”, ablativo y no ablativo, dentro de estos últimos tenemos tratamientos con lásers no ablativos, luz pulsada, radiofrecuencia, peeling químicos y novedosos tratamientos como el microneedling y la terapia fotodinámica.
Láser.
Los lásers son la terapia de elección para el fotoenvejecimiento facial avanzado, para algunos tumores benignos y para cicatrices de acné.
Lásers que realizan Resurfacing no ablativo
Corresponde a una técnica mínimamente invasiva realizada con IPL (Luz Pulsada Intensa) y Lásers Infrarrojos (1000–1500 nm) que son absorbidos por el agua de los tejidos profundos, sin dañar a la epidermis. El daño térmico estimula la formación de nuevo colágeno y elastina que mejora la apariencia de la piel con fotodaño leve a moderado. Los resultados son menores que los obtenidos con los lásers ablativos, pero pueden ser suficientes para cumplir las expectativas del paciente. Los resultados son graduales y progresivos, mejorando la textura y la pigmentación cutánea.
Resurfacing fraccional
Este láser es útil en fotoenvejecimiento, léntigos, arrugas perioculares, melasma, cicatrices de acné, telangiectasias finas y poiquiloderma. No tiene efecto sobre las arrugas profundas. Es más seguro que los otros lásers dado que la barrera cutánea permanece intacta. Sólo se ha reportado inflamación leve transitoria como efecto adverso. El resultado es similar al láser ablativo para rejuvenecimiento. Las áreas de tejido con daño térmico son repobladas por la actividad de los fibroblastos, con nuevo colágeno y reproducción de células madres epidérmicas. El tejido circundante permite una rápida curación epidérmica y experimenta remodelación dérmica.
Luz Pulsada Intensa (IPL).
Permite tratar lesiones pigmentarias y vasculares, logrando un resultado global en múltiples parámetros del fotorejuvenecimiento.
Se ha utilizado para disminuir las arrugas, evidenciándose formación de colágeno seis meses después del tratamiento. La percepción de mejoría del paciente es mayor por la despigmentación y disminución de la vascularización.
El uso de IPL ha demostrado una modesta acción en la disminución de las arrugas, pero las lesiones pigmentarias y vasculares presentan una gran mejoría.
Radiofrecuencia.
Los dispositivos de radiofrecuencia producen energía eléctrica que calienta la dermis sin una columna de humo y a relativas bajas temperaturas. Aumenta la profundidad de penetración, logrando retracción del colágeno y aumentando la firmeza de la piel.
La combinación de la RF con el láser diodo y con IPL ha demostrado inducir contracción del tejido y efectos en la laxitud, arrugas y otros aspectos del fotodaño.
Peeling Químicos.
Los peeling químicos corresponden a la aplicación de uno o más agentes exfoliativos sobre la piel, para producir un daño controlado. Usualmente se utilizan soluciones ácidas que destruyen determinada profundidad de la epidermis y colágeno dérmico. La piel se regenera, y esta sustitución de epidermis y tejido conectivo dérmico resulta en rejuvenecimiento cutáneo, con mejoría del color y textura de la piel.
Implantes Dérmicos.
Son sustancias de relleno, de origen animal, humano o sintético, reabsorbibles o permanentes, cuyas indicaciones son:
- Corrección de arrugas y pliegues: horizontales (arrugas de la frente), periorbitarias, glabelar, surco nasolabial, comisuras labiales, arrugas labiales verticales.
- Corrección de cicatrices de acné y defectos quirúrgicos o postraumáticos.
- Aumento y delineado de labios.
- Aumento de mentón, pómulos y rinomodelación.
Tratamiento antiarrugas.
Es uno de los procedimientos más comunes en medicina estética. Múltiples estudios y la experiencia clínica avalan la efectividad y la seguridad a largo plazo.
Cuando se inyecta, bloquea determinadas señales nerviosas que producen la contracción de los músculos. Los músculos se relajan, con lo cual se reducen las arrugas. Este efecto dura aproximadamente entre 3 y 6 meses. Luego, los músculos vuelven a moverse y las arrugas reaparecen. Se utilizan dosis muy pequeñas y débiles para reducir las arrugas faciales.
Actualmente, se recomienda su aplicación en etapas tempranas del envejecimiento, ya que de esta manera se previene el daño irreversible en la piel, antes que se rompa la estructura de colágeno, y de esta manera se necesita menos dosis, menos tratamientos y se obtienen mejores resultados.
Microneedling.
Es una opción de tratamiento médico-estético seguro, mínimamente invasivo y eficaz para una amplia gama de aplicaciones que incluyen el rejuvenecimiento de la piel, arrugas, flacidez, cicatrices, estrías, discromía, melasma, poros agrandados y administración transdérmica de medicamentos. Produce una mejora clínica sustancial con una recuperación rápida y efectos secundarios limitados.
La herida dérmica controlada y la estimulación de la cascada de cicatrización de heridas mejora la producción de colágeno y es probable que sea responsable de los resultados clínicos obtenidos.
Terapia fotodinámica (TF).
Es una modalidad terapéutica basada en la fotooxidación de materiales biológicos inducida por un fotosensibilizante, el cual se localiza selectivamente en determinadas células o tejidos tumorales, de forma que al ser iluminadas con una luz de adecuada longitud y en dosis suficiente, dichas células resultan destruidas. En dermatología, la TF es muy efectiva en el tratamiento de queratosis actínicas, carcinomas basocelulares y enfermedad de Bowen. Además, se han obtenido resultados muy prometedores en patología inflamatoria como la morfea o la sarcoidosis, infecciones como las verrugas y procesos cosméticos, como el fotoenvejecimiento, entre otras.