Cuando pensamos en envejecimiento, muchas preguntas vienen a nuestras mentes, ¿Cómo evitarlo? ¿Cómo disminuir este terrible e irreversible proceso?
Desde la Antigüedad se han aplicado técnicas para mantener la belleza femenina y masculina. Los fines de la Medicina Estética son la restauración, el mantenimiento de la belleza y la salud, para lo que utiliza prácticas médicas y de pequeño intervencionismo, en las que se emplea anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio.
El objetivo principal que persiguen estas técnicas es ejercer una verdadera medicina preventiva, puesto que un aspecto estético adecuado siempre es beneficioso para el paciente y ayuda al bienestar y a una mejor salud general.
La mesoplastia es un tratamiento mínimamente invasivo para el rejuvenecimiento facial sin cirugía, mediante la infiltración de diferentes sustancias en la piel (Ácido hialurónico, vitaminas, minerales y otros nutrientes). El objetivo de la mesoplastia es rejuvenecer el rostro, hidratar la piel, eliminar arrugas y surcos y reestructurar los volúmenes perdidos por el proceso de envejecimiento.
La sesión de mesoplastia consiste en tratar las diferentes capas de la piel: epidermis o capa más superficial, dermis o capa media e hipodermis o capa más profunda, así como determinados músculos faciales que influyen en la percepción de juventud del rostro.
Además de la cara, puede aplicarse en el cuello y en las manos.
El planteamiento básico de este tratamiento facial es la creación de columnas de tensión mediante la aplicación de determinadas sustancias que actúan como hilos químicos de suspensión.
La mesoplastia consta de tres etapas bien diferenciadas:
1. Estudio minucioso del rostro del paciente
Se observará el movimiento del rostro al realizar diferentes gestos y en distintos ángulos, se diagnosticará el tipo de arrugas (dinámicas o estáticas) y se determinará el grado de envejecimiento que presenta el rostro. Es un estudio previo fundamental para la elección de las sustancias inyectables más adecuadas para cada paciente.
2. Aplicación de la mesoplastia
La aplicación de la mesoplastia consiste en la infiltración de una selección de productos inyectables:
• Nutrientes: ácido hialurónico de baja densidad, vitaminas, oligoelementos, silicio orgánico, antioxidantes.
• Rellenos: ácido hialurónico de densidad media o alta, policaprolactona, ácido poliláctico, hidroxiapatita cálcica.
• Azzalure: para corregir arrugas de expresión producidas por la contracción de los músculos depresores faciales.
3. Diseño del programa de mantenimiento
Hay que tener en cuenta que las sustancias infiltrables son totalmente biocompatibles y reabsorbibles, por lo que su efecto es duradero pero no permanente. Por otro lado, el envejecimiento es un proceso irrefrenable, por lo que, para mantener los resultados en el tiempo, es necesario repetir el tratamiento pasados unos meses o un año, dependiendo del grado de envejecimiento del paciente.
¿Qué resultados se obtienen con la mesoplastia?
Las sustancias nutrientes aportan brillo y elasticidad a la piel. El ácido hialurónico de densidad media y alta y el resto de sustancias de relleno recuperan el volumen allí donde se necesita. Por su parte, Azzalure relaja temporalmente los músculos responsables de la formación de arrugas dinámicas, como las que aparecen en la frente.
Los resultados de Azzalurey y del Ácido Hialurónico para rellenar volumen son inmediatos. El ácido hialurónico estimula la producción de colágeno, que tarda alrededor de 6 meses en formarse, porque lo que también se obtendrán resultados a medio plazo.
La Mesoplastia Facial ayuda a rejuvenecer el rostro gracias al empleo de micro inyecciones que no solo borran los problemas visibles, si no que mantiene la piel saludable.
Estas técnicas novedosas son completamente seguras y garantizan resultados satisfactorios con el mínimo de molestias para el paciente y conllevan una recuperación inmediata tras someterse al tratamiento.