El ritmo del envejecimiento es diferente para cada persona y, sobre él, actúan tanto factores externos (como el tabaco, la exposición solar, cambios de peso…) como factores genéticos o hereditarios. El efecto del envejecimiento y de estos factores externos se puede corregir mediante un lifting facial.
Además, la edad psíquica o anímica a veces no se corresponde con el aspecto externo que presentamos. Cuando se produce esta disociación entre aspecto físico y edad psíquica, puede surgir la preocupación por los signos del tiempo, como arrugas, pliegues…
¿Cuál es la mejor edad para someterse a un lifting facial?
La edad recomendada para realizarse un lifting facial depende de cuando se inicie este discomfort con nuestra imagen externa. En la actualidad, alcanzamos una edad más longevas con mejores condiciones físicas y hace que nuestro ánimo no se refleje en nuestra cara.
Existen pacientes de 30-35 años que acuden a la consulta preguntando si necesitan un estiramiento facial. En estos casos, la medicina estética puede mejorar el inicio de estos signos del envejecimiento que se podrían corregir sin necesidad de un tratamiento quirúrgico. Es recomendable esperar a partir de los 40 años, siendo una edad óptima hasta los 60-65 años. Esto se debe a la calidad de los tejidos faciales y a los resultados que podemos esperar tras la intervención. En cuanto a los hombres, los signos de la edad o su preocupación por ellos suele rondar los 50-60 años. En pacientes mayores se debe realizar una valoración individualizada de cada caso en la consulta para establecer si el lifting facial es el tratamiento adecuado.
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Dr. Pablo Garnica
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