Después de una intervención quirúrgica se produce una respuesta inflamatoria que suele acompañarse de dolor más o menos intenso, edema e, incluso, hematomas.
Gracias a la técnica del drenaje manual post quirúrgico tratamos toda esta inflamación y sus síntomas relacionados, consiguiendo una recuperación más rápida.
Con este artículo de Alba Tienda (fisioterapeuta), os explicamos en qué consiste el drenaje linfático manual después de una intervención de cirugía estética o reparadora así como sus principales beneficios e indicaciones.
¿Qué es el drenaje linfático manual?
El sistema linfático desempeña un papel muy importante como sistema defensivo e incluso se considera parte del sistema circulatorio. Es el encargado de reabsorber el exceso de líquido (edema) que se forma en los tejidos y tiene además una importante función inmunitaria.
El drenaje linfático manual es una técnica de fisioterapia que tiene como objetivo la activación del sistema linfático superficial para mejorar la eliminación de líquido y células de desecho, que, por determinadas situaciones puede encontrarse estancadas. Con esta técnica se consigue ayudar a la recuperación de los tejidos y la flexibilización de las cicatrices.
Efectos del drenaje linfático
El drenaje linfático en la cirugía estética o reparadora se usa para el tratamiento de la inflamación postoperatoria. Contribuye a acelerar la curación de los tejidos, reducir la inflamación y el dolor, ayudar a la reabsorción de edemas y aumentar la calidad del tejido cicatricial.
El drenaje linfático no es doloroso, ya que se trata de manipulaciones específicas, suaves y superficiales que dirigen la linfa hacia los ganglios regionales. Normalmente, su efecto es sedante, analgésico, reequilibrarte y drenante por lo que el paciente nota cierto alivio desde la primera sesión.
Beneficios del drenaje linfático
- Acelera la circulación linfática encargada de absorber el exceso de líquido (edema) que se acumula en los tejidos.
- Disminuye la hinchazón, lo que hace que la paciente sienta menos tirantez y molestias.
- Facilita la cicatrización.
- Elimina restos de medicación, anestesia y suero utilizados durante la intervención.
- Acelera la recuperación de la sensibilidad de la piel.
- Favorece la regeneración de capilares y vasos linfáticos dañados.
¿Cuáles son las indicaciones del drenaje linfático manual?
En general, está indicado en cualquier tipo de cirugía plástica o reparadora, ya que ayuda a eliminar la inflamación, disminuir el dolor y acelerar la recuperación tras la cirugía. Resulta también muy beneficioso para una buena cicatrización.
En la cirugía mamaria (aumento, reducción, reconstrucción o ginecomastia) ayuda a que la inflamación del seno disminuya más rápidamente y alivia las molestias producidas por la intervención.
En el caso reconstrucción mamaria, en mujeres con cáncer de mama que han necesitado ser intervenidas de linfadenectomía (extirpación de ganglios a nivel axilar), estas pacientes pueden padecer linfedema, que es una hinchazón que se produce en el brazo como consecuencia de la interrupción de determinados vasos linfáticos. Esto contribuye a que el volumen de linfa que se produce sea mayor que su capacidad de drenaje y produzca que los líquidos se acumulen causando inflamación.
En liposucciones y abdominoplastias la función principal es reducir la tumefacción, el hematoma, el edema y acelerar el proceso de eliminación de líquidos.
En lifting fascial, blefaroplastias y rinoplastias acelera la reabsorción de posibles hematomas y el edema ayudando en el proceso de cicatrización.
Es importante remarcar que el número de sesiones debe ser determinado por el cirujano y el fisioterapeuta dependiendo del tipo de cirugía y la evolución de cada paciente.
Además, como consecuencia de la intervención otras zonas del cuerpo también pueden verse afectadas por la falta de movilidad tras la cirugía; generado malas posturas y bloqueo respiratorio. Para evitar estas complicaciones, una vez realizado el drenaje linfático, se pueden usar otras técnicas de fisioterapia, tanto a nivel muscular, articular o respiratorio para mejorar la calidad de vida del paciente durante su proceso de recuperación.
También se recomiendan actividades, ejercicios y pautas de alimentación para seguir en casa, permitiendo así optimizar los resultados finales.
Sin duda el drenaje linfático y el tratamiento de fisioterapia son parte muy relevante del postoperatorio, produciendo una mejoría física y psicológica muy notable una vez completadas las sesiones necesarias. Además, también produce una gran mejora en el descanso, tan necesario para la recuperación.
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