Una gran parte de la población femenina tiene un cierto grado de asimetría mamaria. De hecho, siempre se ha dicho que la igualdad completa de los pechos es algo extraordinario. Un 85% de las mujeres con asimetría mamaria presentan diferencias apreciables. En su gran mayoría son diferencias mínimas pero, hasta en un 30% puede conllevar diferencias en la talla o la forma del pecho. Además, estas diferencias pueden aumentar con los cambios de peso, el embarazo o la lactancia.
Pero, ¿a qué se debe que los pechos puedan ser asimétricos?
Existen muchos factores que pueden causar diferencias en la caída, forma, volumen o proyección de los pechos. De entre todas las causas, las principales son:
Asimetrías en el tórax
Los pechos se asientan en la caja torácica y esta puede ser asimétrica debido a desviación en la columna vertebral, alteraciones asimétricas en las costillas (proyección o forma) o diferencias en los dos hemitórax (la más frecuente es diferencias en la anchura de un hemitórax respecto el contralateral).
Asimetrías de los hombros
Hay pacientes que, en reposo y bipedestación, presentan una posición neutra con elevación de un hombro. Esto causa el efecto óptico de diferencias en las mamas que no son tan evidentes si la hacemos colocarse de forma correcta. No obstante, sí que generarán diferencias tanto con sujetador como sin.
Asimetrías propias de la mama
Ya sea por diferencias en la colocación del pezón (altura, lateralización o medialización), diferencias en los surcos submamarios o, simplemente, diferencias en el volumen o caída de la mama, podemos encontrar mamas totalmente diferentes o con diferencias más sutiles. En este apartado, toman fuerza las mamas tuberosas o caprinas que suelen presentarse además de forma asimétrica y que habrá que tratar de forma específica.
Y ¿qué soluciones hay?
Soluciones hay tantas como técnicas quirúrgicas. La principal solución es la detección precoz en pacientes que acuden para cirugía mamaria. Este hecho es importante ya que habrá que realizar un tipo de técnica quirúrgica diferente para cada mama, buscando la mayor simetría posible.
Valoración inicial de la asimetría mamaria
El primer paso que cualquier cirujano plástico realiza cuando valora una paciente que consulta para una cirugía mamaria es valorar la existencia de posibles diferencias o factores que puedan causar asimetrías cuando intervengamos a la paciente. Si se detectan, es importante transmitirle a la paciente su importancia ya que esto condicionará en gran medida nuestro plan quirúrgico.
Nuestro objetivo no sólo será el de obtener la mayor simetría posible incluyendo también el de no acentuar asimetrías ya existentes. Además, si la causa de la asimetría son unas mamas tuberosas asimétricas tendremos que aplicar técnicas específicas para corregir esta mama porque, si no lo hacemos, no tendremos un buen resultado.
Causas extramamarías de asimetría
Dicho esto, es importante que se seamos consciente que las causas extramamarias de asimetría seguirán existiendo después de la cirugía (p.e. las desviaciones de la columna o proyección de las costillas), pero deberemos tenerlas en cuenta durante la cirugía para disimular su influencia en el pecho intervenido. En cambio, cuando las causas son puramente mamarias, la simetría es más fácil de corregir.
Asimetrías de la propia mama
Cuando las diferencias mamarias conllevan grandes volúmenes en una mama con exceso de glándula, piel o caída (simétrica o no) se deberá realizar a expensas de diferentes técnicas en cada pecho que pueden conllevar la realización de cicatrices diferentes. Por el contrario, si la causa es sólo de volumen mamario (en mamas con poco volumen) se corregirá con la colocación de implantes de diferentes dimensiones o volumen o grasa de la propia paciente. En este caso, sí habrá igualdad de cicatrices y abordajes, por lo que suelen ser los casos más fáciles.
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Dra. Mireia Ruiz Castilla
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