Cirugía Plástica, estética y reconstructiva
Los síntomas más comunes que puede provocar la rotura de un implante mamario incluyen:
Dolor, ardor o hormigueo en el área de la mama afectada.
Una respuesta inflamatoria en los tejidos circundantes, lo que puede resultar en hinchazón y enrojecimiento de la mama.
Cuando un implante se rompe, puede formarse una acumulación de silicona o tejido cicatricial, lo que puede manifestarse como protuberancias o bultos en la mama.
Un cambio evidente en el tamaño o la forma del seno afectado que provoca una asimetría con respecto al otro seno.
Dependiendo del tipo de rotura y de la reacción del cuerpo, la mama puede volverse más blanda o, por el contrario, endurecerse debido a la formación de una cápsula fibrosa.
El tratamiento de la rotura de un implante mamario varía en función de los síntomas y la situación individual de cada paciente. Si se presenta una rotura silenciosa sin síntomas, el tratamiento recomendado es la sustitución del implante. En estos casos, la cirugía suele ser menos invasiva y de corta duración, generalmente se realiza en régimen de hospital de día bajo anestesia general. Si la rotura del implante está produciendo síntomas, se recomendará la intervención quirúrgica para el reemplazo del implante.
Es importante que todas las pacientes con implantes mamarios sigan los controles recomendados por su cirujano plástico. Después del primer año de la intervención, se suelen programar controles anuales durante los primeros 5 años y luego se pueden espaciar a cada 2 o 3 años si no se presentan síntomas o complicaciones.